Un suspiro profundo
emana de mi pecho abierto
renuente
con su tristeza.
Mis manos extendidas
palpan un espacio de aire
que tu viviste…
Así te sentí,
entre suspiros y aire
te ubique
delante de mis ojos
y no estabas allí.
Veía tu nívea imagen
salpicada de matices negros,
se elevaba, se extendía,
se evaporaba y volaba
frente a mis pupilas,
y, sabes? no estabas allí
Te tocaba, te sentía
y suspiraba…
mas no estabas allí!
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